martes, 18 de septiembre de 2012

UN BUEN DÍA PARA VIVIR....

En la XI emisión del Premio Nacional de Dramaturgia Joven "Gerardo Mancebo del Castillo" 2011, convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) a través del programa Tierra Adentro y el Centro Cultural Helénico, se recibieron 74 trabajos de los cuales el jurado eligió cinco textos dramáticos como finalistas, para posteriormente declarar como ganador a "Terminal (Axolotl)", de Diego Álvarez Robledo, otorgar mención honorifica a Felipe Adalberto Rodríguez García con su obra "Un buen día para vivir" y se recomendó la publicación de "Kalashnikov" de Ángel Aurelio Hernández Arreola.

Felipe Rodríguez mexicano nacido el 24 de Enero de 1982 es egresado del Colegio de Literatura Dramático y Teatro de la UNAM como licenciado
Fundador, codirector general y actor de la compañía Teatro de los sótanos.

¿A qué te saben los días?

Es una de las interrogantes que  me ha dejado el texto. "Un buen día para vivir", es un reflejo de nuestro entorno actual, un esbozo de vida donde el hombre esta preocupado por ser alguien, por cumplir con su trabajo a un grado de obsesionarse y vivir para trabajar, dejando de lado a la familia, al amor, a los amigos, a sus propios gustos.

Nos encontramos por un par de días en la vida de un "hijo", que bien puedes ser tú o yo, un hombre aparentemente sano, fuerte, un hombre responsable que no ha faltado un sólo día a su trabajo,  entregado, estudioso y que casi no duerme.

Sin embrago, llega el momento de pagar la cuota, sin más, llega un jueves que le sabe a domingo, porque cada día tiene su sabor particular, un jueves en el que se ve obligado a descansar y que le traen una serie de "venturas", para llevarlo a su propio mar.

Desde pequeño su madre le enseño que: en esta vida hay sólo dos cosas seguras, que uno muere, pero también que uno puede vivir, lo demás son sólo apariencias, invenciones de una mente angustiada que lucha por no ahogarse dentro de su propio mar.

En el desarrollo de la historia podemos apreciar cada uno de los roles de los integrantes de una familia, frente a una enfermedad, la típica hermana que siempre esta molestando, pero que también es la amiga y confidente, la madre protectora y preocupada, la mujer que acaba de quedar embarazada y el doctor, cómplice y amigo, pero también portador de malas noticias.

Podemos ver los miedos de cada uno de ellos, desde perder al ser querido, hasta ese miedo de llegar al final del camino donde te preguntas si todo ha válido la pena.

"La muerte no desea ninguno de nuestros corazones. El miedo sí (Cristina García Téllez).










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