miércoles, 21 de octubre de 2020

Un hombre no debe llorar,
no puede ser frágil,
ni saber amar...

Un hombre debe ser fuerte,
proveedor e inteligente,
eso se enseña al infante.

Un hombre no debe ver a otro hombre,
ni reconocer que este es bello
o interesante.

Un hombre no puede,
no debe ser sutil,
amanerado o débil
¿Qué va a decir la gente?

¡Al diablo! Responderé.

Sé quién se te antoje ser,
coge las flores,
disfruta su fragilidad y su belleza.

¡Al diablo, píntate las uñas,
los labios, los párpados
y viste como quieras!

Qué no habrá más oportunidades de vivir,
de ser tú,
de estar tan pleno!

Grita, dile al mundo:
¡Éste soy y así me quiero,
y por mí te puedes ir al mismo infierno!

¡Vive, vive, vive!



martes, 20 de octubre de 2020

DUELES

 Hola, cariño. ¿Cómo estás?
Después de tanto tiempo
de silencio me preguntas...

¿Cómo estás?, leo
y mi corazón se acelera
cómo caballo de carrera

Quisiera salir, besarte y abrazarte
pero mi mente me detiene
"¿Cómo estás?" se siente 
como un cuchillo ardiente,
punzante, hiriente...

Quisiera decir que estoy bien
pero dueles, 
no hay palabras, 
no puedo expresar mis emociones,
sólo sé que dueles.

Duele el no tenerte,
el no saber que es lo que quieres,
si vas o vienes,
si estás o ya te has ido...

"¿Cómo estás?" has preguntado
y podría responderte que vencido,
cansado de este juego sin sentido,
y sí, también un tanto herido...

Quisiera decirte que dueles,
dueles mucho, 
y sin embargo,
aquí estoy, 
de nuevo con las culpas,

con el quizás,
preguntándome que error he cometido.

Eres la espina que se clavó 
en mi corazón y no se ha ido.  

Quisiera llorar hasta entender
o hasta olvidarte,
hasta que dejes de doler
y yo de amarte.

Dueles, dueles mucho.
¿Cómo estás? me preguntas
Y no hay algún sonido
no hay palabras
no hay nada entre nosotros...


Isaías Avilés
Octubre 2020




sábado, 17 de octubre de 2020

Me dices: te amo



 Me dices: te amo

Me dices: te amo,
en el rincón de estos muros,
testigos de nuestros cuerpos desnudos.

Me dices: te amo,
apenas en susurro,
escondiéndole al viento
lo tuyo y lo mío.

Me dices tu amigo
mientras el néctar de tus labios,
de tu sexo y de tu cuerpo
se funde en mis fluídos.

Me dices tu amigo…
Y sin embargo, huyes,
te escapas y vuelas
dejándome afligido.

Entonces, no me amas
ni soy tu amigo,
soy refugio, un oasis
cuando estás herido.

Soy un cuerpo,
soy nada,
soy un eco del pasado,
soy un cuento malcontado.

Me dices: te amo,
mientras me marcho hacia el olvido.

Me dices: amigo…
y es ya es tarde
porque yo te amo…

Isaías Avilés