De nueva cuenta Noam Rubinstein logra robar risas a más de 400 almas que se encontraban en el Helénico la pasada noche del 29 de agosto del 2013.
¿Alguna vez te has preguntado qué fue de Pinocho? Bien, pues hoy es un hombre adulto y es inventor. Su más reciente proyecto es el iDoll, un muñeco que cambiará al mundo. La noche previa a que su creación emerja a la vida, y a punto de sufrir una crisis nerviosa, títeres y juguetes de su pasado lo visitan.
Dentro del marco del 1er. Encuentro Internacional de Clown de la Ciudad de México, evento presentado en el Centro Cultural Helénico, nos encontramos con iDoll, una historia traída desde Israel y dirigida por Yuvalal Liron.
Poco después de las 20:30 hrs, vemos en escena al niño de madera llamando a su papá Geppeto, inicia la aventura,Pinocho ahora es un hombre adulto con necesidades afectivas y sexuales, con trabajo, con más responsabilidades, ahora sabe que ser hombre es más complejo, ahora entiende lo que es la vida y la misma muerte, un hombre que al final termina siendo tan frágil como un niño.
Es así como empieza la travesía de este hombre, evocando quizás a su infancia pérdida, él, el hombre inventa ahora un muñeco electrónico con capacidades inigualables, buen conversador, guapo, carismático, con "carácter", capaz de resolver absolutamente todo.
La ciencia y la tecnología tiene su propia dificultad y aunado a eso Pinocho tiene que atender las llamadas y los celos de su esposa, a su amante "Barbie", al viejo Geppeto, a su impaciente jefe, hasta que entra en crisis, para finalmente enseñarnos que la máquina perfecta no existe y el hombre perfecto tampoco y para cuestionarnos hasta que punto uno puede obsesionarse en alcanzar el éxito y olvidar a la familia.
Es así como empieza la travesía de este hombre, evocando quizás a su infancia pérdida, él, el hombre inventa ahora un muñeco electrónico con capacidades inigualables, buen conversador, guapo, carismático, con "carácter", capaz de resolver absolutamente todo.
La ciencia y la tecnología tiene su propia dificultad y aunado a eso Pinocho tiene que atender las llamadas y los celos de su esposa, a su amante "Barbie", al viejo Geppeto, a su impaciente jefe, hasta que entra en crisis, para finalmente enseñarnos que la máquina perfecta no existe y el hombre perfecto tampoco y para cuestionarnos hasta que punto uno puede obsesionarse en alcanzar el éxito y olvidar a la familia.
Un espectáculo que reta la imaginación del espectador por diversos factores, entre ellos el idioma y de nueva cuenta se comprueba que el arte no tiene impedimento para la comunicación, Noam logra utilizar con maestría hasta los pequeños accidentes, un actor que todo el momento está presente en su espacio y con su quehacer en escena y que logra sacar esté unipersonal con mucho éxito.
Con música de Matan Rubinstein, diseño de vestuario y utileria de Svetlana Livshitz, iluminación de Uri Weiss.
Con música de Matan Rubinstein, diseño de vestuario y utileria de Svetlana Livshitz, iluminación de Uri Weiss.
